lunes, 12 de diciembre de 2011

Cierre de Módulo 1

“PLANEACIONES DIDÁCTICAS EN LA BÚSQUEDA DE LA FORMACIÓN CIENTÍFICA EN SECUNDARIA”.

Ante la necesidad de actualización permanente tan necesaria para la profesión del docente, se manifiesta la duda de mi propia práctica al respecto de la planeación y ejecución de metodologías y estrategias acordes al programa de Ciencias I, su funcionalidad y versatilidad dentro de mi estilo de enseñanza, del estilo de aprendizaje de mis alumnos y del contexto en el que se encuentra mi centro de trabajo. Es por eso que en este trabajo enfoco la reflexión hacia el deber ser de la planeación didáctica de la asignatura de ciencias en el último peldaño de educación básica..
En este sentido, la experiencia en el corto tiempo que llevo laborando, me permite identificar una serie de fundamentos que me conducen hacia una mejor visión de la importancia de una adecuada articulación de las planeaciones didácticas para el mayor aprovechamiento de los conocimientos científicos de los jóvenes adolescentes que cursan la educación secundaria en su primer año. En la ejecución de las clases, frente a los alumnos, se denota la planificación de las actividades que se realizan, el objetivo que se persigue con ellas y la repercusión que se espera tenga el conocimiento que se pone en juego con los alumnos; es por ello que la investigación de nuestra propia práctica docente nos llevará de la mano junto con la autoevaluación del ejerció que realizamos día a día, hacia la mejora de resultados pedagógicos de lo particular a lo general.
De igual manera, la influencia de los lineamientos internacionales que le apuestan a la formación de ciudadanos con un conocimiento de ciencia y tecnología que vaya acorde al contexto globalizador, ha impactado de tal modo a nuestra nación que se han implementado reformas a la curricula de nuestro sistema educativo y en específico de las materias relacionadas con las Ciencias Naturales (biología, química y física). Es así como, hasta ahora, se le dio a la enseñanza de las Ciencias a partir de 2006 una importancia tal que permite que sea articulada con otras asignaturas en cuanto a lo amplio  de los contenidos que se han de abordar en este nivel de educación básica y que repercuten directamente en la vida cotidiana de los alumnos fuera de la escuela; más que de sólo información, para su aplicación y mejora de la calidad de vida.
De este modo, al confluir la propuesta normativa de la educación científica y la propuesta personal para la mejora en la apropiación del conocimiento científico en los alumnos de primer año de la secundaria, se articula una serie de propósitos que en este trabajo se pretende plantear en espera de una mejora, retroalimentación y cambio de paradigma para la que escribe y para algunos compañeros maestros interesados en este tema e inmersos en el autoanálisis de la práctica docente, sin dejar de lado el beneficio de los alumnos que aportarán a la sociedad con la práctica de un conocimiento científico fundamentado y encaminado hacia la resolución de la problemática biológica actual, a la sustentabilidad del desarrollo humano y la prevención de más dificultades en nuestro planeta.
Además, este trabajo pretende asentar de manera general las repercusiones que acarrea al pensamiento personal al enterarse de temas que inducen a la reflexión del ejercicio diario, las lecturas realizadas durante el módulo y el análisis que de estas resulta al comparar la teoría propuesta con la realidad vivida, los comentarios enriquecedores de los compañeros que, aunque todos docentes, gozamos de diferencias que sazonan con experiencias agridulces el ejercicio en nuestras escuelas. Simulando entonces una especie de coctelera, cuyos ingredientes se mezclan y parecen  totalmente homogéneos, pero que por momentos se puede observar uno a uno por separado y en otras ocasiones pareciera que dependen entre sí y son inseparables; con turbulencias o con pasividad, los elementos que conforman al sistema educativo son motivo de estudio para los maestros comprometidos a la mejora de su actividad.
Aunado a esto, resulta de gran importancia, el aceptar que el lugar que ocupa nuestro país dentro de las posiciones económicas y políticas mundiales, no es de los mejores; que como nación en vías de desarrollo somos blanco de las miradas de las grandes potencias que pudieran utilizar nuestras necesidades como condicionante para adquirir riquezas monetarias o de otro tipo que a largo plazo los pudieran beneficiar. En estos tiempos, la tendencia a la globalización y el deseo de los políticos mexicanos por ingresar a un nivel más alto de desarrollo, han provocado que se generen cambios a los sistemas que lo conforman. Dentro de estos cambios, el modelo educativo ha sufrido los estragos de una visión mundial proyectada por decreto político hacia nuestra cultura, ciencia y economía. De las investigaciones y estudios que realizan importantes organizaciones internacionales, en el informe de Jacques Delors (1993) a la ONU, se menciona que la educación es el desarrollo de las personas en su talento, capacidades, responsabilidad y proyecto propio, y esto conlleva al desarrollo también de las comunidades y a la unidad de las mismas en aspectos éticos y culturales, cooperación y uso de nuevas tecnologías, etc. La importancia que le dan a la educación éste y otros organismos es mucha, sobretodo a la educación básica, pensando que es justamente la base para sembrar en los alumnos el gusto por una educación permanente que le brinde oportunidades para adentrarse a un gusto por aprender y seguir superándose.

1. EL MARCO NORMATIVO, LA RIEB Y LA CIENCIA.
En nuestro país, desde la creación del Sistema Educativo Nacional en 1921, se han visto modelos educativos diversos que son muestra del desarrollo histórico de nuestro territorio y en mucho, influencia de modelos extranjeros y sistemas políticos que hacen del quehacer educativo una replica poco funcional de lo que en otros países se ha implementado. Sin embargo, es necesario mencionar que en estas propuestas se han visto también a grandes pensadores, pedagogos e investigadores mexicanos; que al manifestar sus ideas y trabajos son participes del desarrollo educativo que hasta ahora se ha generado en nuestro país y que aportaron en su momento directrices relevantes a la formación de mexicanos.
            Es por ello que se puede considerar a los docentes especialistas e investigadores educativos (propios o extraños), como los principales reformadores de nuestro sistema y como promotores del cambio de paradigma que es manejado a su vez, por algún proyecto político con cierta interpretación de lo que serán los elementos centrales y la visión que a futuro se pretende de los ciudadanos. De igual manera, se ha mantenido la visión del docente ejecutor de las reformas o propuestas pedagógicas, como aquel que cumplirá los lineamientos planteados en planes y programas a través de diagnósticos, construcciones, participación laboral y social, preparación de planeaciones didácticas y reconstrucción de su práctica. En esa línea, no hay mucha forma de salir del papel impuesto en ese recorrido histórico, pero es tiempo ahora de complementar los papeles, de impulsar una visión que abarque la propuesta y ejecución de reformas educativas desde el docente que se enfrenta al colectivo de alumnos y de padres de familia, para  evitar en lo posible errores del pasado en donde el maestro no se identifica con los fundamentos de las reformas, donde pueda sobretodo, ayudar a construir la mejor reforma posible de acuerdo a su contexto.  
Cabe mencionar que, en lo que refiere a las reformas que me ha tocado conocer en diversos ámbitos de mi vida, se destacan tres: la que viví como alumna de secundaria con el plan 89 y donde se olvidaron de la enseñanza y práctica de los valores para dar prioridad a la orientación vocacional hacia una educación superior (no conozco mucho, sólo lo que he leído ahora como maestra), la del plan 93 en donde inicié a trabajar como maestra de educación secundaria y donde se le apostaba a los conocimientos, habilidades y valores que los jóvenes habrían de adquirir en las aulas, y finalmente el plan 2006 con el que actualmente me desempeño como maestra y que prioriza el desarrollo de competencias para la vida en los jóvenes adolescentes.
Entonces, nuestro sistema educativo actual se rige por los lineamientos que dictan el Artículo Tercero Constitucional y la Ley General de Educación. De las diversas modificaciones que se han suscitado a estos, lo más actual es el Acuerdo 348, 384 y 494 junto con un acuerdo por el cual se establece la articulación de la educción básica; esto, hasta hace unos días. En este mismo año, se ha lanzado un Acuerdo 592 que se esta dando a conocer y que poco a poco irá tomando su relevancia de forma y de fondo. Pero, hasta hoy ¿Cuál es la propuesta de la RIEB para la formación científica en educación secundaria?, ¿Qué aporta el enfoque formativo a las competencias de los alumnos?, ¿Cuál es la relación entre los “aprendizajes esperados” y las situaciones cotidianas científicas de los alumnos? Estas y otras preguntas surgen al empaparse del marco legal que sostiene el quehacer educativo base en nuestro país. Con el afán de contestarlas, se rescatan frases que denotan los principales cambios que propone el Programa de Estudio 2006 de Ciencias.

- Denominación genérica con énfasis diferenciados en los tres grados.
- 3 tipos de fuentes determinaron los contenidos: epistemológica, psicológica y social.
- Contenidos: coherentes con el perfil de egreso y propósitos de EB; relevantes, duraderos y aplicables al contexto social; promotores de la formación científica; interesantes y desafiantes para los alumnos.
- Acotar contenidos conceptuales, explicitar aspectos procedimentales, valorales y actitudinales (Enfoque Formativo).
- Propósito de construir los conocimientos científicos que puedan integrarse a otros campos del saber.
- Vinculación con aspectos tecnológicos y necesidades o problemáticas socoambientales.
- Incorporación de aprendizajes esperados.
- Trabajo por proyectos para recuperar intereses y necesidades educativas de los adolescentes.


De todo esto se define pues, que el enfoque formativo de Ciencias promueve el desarrollo de conocimientos habilidades y actitudes, fortalece la atención a la diversidad de alumnos en los diferentes contextos culturales y sociales; también que la formación científica básica promociona en los maestros un uso adecuado de recursos didácticos y estrategias que permitan al alumno utilizar los conocimientos científicos y transferirlos a situaciones cotidianas; que se considera al alumno como centro del proceso de enseñanza-aprendizaje motivando a su autonomía en la construcción de conocimientos; que se da a la formación científica una visión humana de la naturaleza de la ciencia y del desarrollo científico, se promueve la investigación del desarrollo científico en nuestro país y de la vida de los que hacen ciencia en las instituciones actualmente.

2. LAS COMPETENCIAS PROFESIONALES Y SU RELACIÓN CON LA PRÁCTICA EDUCATIVA.
Para el logro de todas estas propuestas, es necesaria la adecuada implementación de las herramientas que el docente posee gracias a su formación institucional, su experiencia en el área de trabajo (o incluso en otros campos) y de la misma pericia personal; con el fin de lograr en lo más posible y de la mejor manera, los lineamientos planteados para su asignatura.
Entonces, ¿Cómo influye la manifestación de las competencias docentes en la ejecución de la planeación didáctica? Considero que la cultura de la transformación no está consolidada en nuestro ambiente laboral, es apenas una estrategia que llevará a otras y que complementarán juntas una propuesta o alternativa de cambio. A mi juicio, uno de los propósitos de la planeación didáctica es el ‘ver realmente’ qué herramientas de autoevaluación utilizo y como les doy seguimiento, qué estrategias llevo a cabo para identificar progresos en mi práctica, si me evalúan sistemáticamente mis superiores (revisión de planeaciones por el subdirector, supervisión de mi práctica, etc.), cómo hago para darme cuenta de los problemas en la enseñanza, me adapto a los programas, poseo mi propia identidad como maestro o la simulo para denotar seguridad, etc. Es así como se relaciona con lo que dice Zabalza  (2003) al respecto de las competencias que el docente debe poseer:
·         Planear el proceso de enseñanza-aprendizaje,
·         Seleccionar y preparar contenidos disciplinares,
·         Ofrecer información y explicaciones comprensibles y bien organizadas,
·         Manejo de tecnologías,
·         Diseñar la metodología y organizar las actividades,
·         Comunicarse-relacionarse con los alumnos,
·         Tutorizar,
·         Evaluar,
·         Reflexionar e investigar sobre la enseñanza,
·         Identificarse con la institución y trabajar en equipo.
            Dicho esto y complementado con la propuesta de Perrenoud, podríamos definir que las competencias del maestro respecto a su planeación didáctica son trascendentales para definir el desempeño real con los alumnos; pues será la iniciativa del maestro la que llevará el ritmo en las clases y siendo ésta de manera sistemática los frutos serán positivos y provechosos para los principales actores de la educación. ¿Se deben complementar las planeaciones didácticas con las aportaciones de los alumnos? Yo creo que el implicar a los alumnos en la ejecución del trabajo por proyectos fue, en un principio, algo nuevo y con alto grado de rechazo por parte de muchos docentes; sin embargo, también creo que en la actualidad (sobretodo en el aspecto del uso de las nuevas tecnologías de la información) los alumnos tienen cosas que enseñarnos, y el utilizarlo como herramienta para el complemento de un mejor aprovechamiento resulta de gran ayuda y diversifica la actuación diaria. Permite al alumno ser copartícipe del aprendizaje propio y de pares, del docente y la familia; al inicio del ciclo escolar en la actividad de revisión del libro de texto, propongo a los alumnos identificar temas de interés y proponer actividades que les gustaría realizar (aún sin saber a profundidad de lo que tratará el tema), surgen buenas propuestas que con algunas adecuaciones dan buenos resultados, de lo que recuerdo son en su mayoría actividades manuales, debates y conferencias sobre aspectos diferentes del funcionamiento del cuerpo humano.
Pero, ¿Cómo se relacionan las competencias de los maestros con la adquisición de competencias en los alumnos? Cabe mencionar, que las tendencias de las reformas y todo el sustento de su propuesta y su justificación, son definidas por factores externos que estudian el interior del sistema; se pretende pues utilizar a la transformación como estrategia para que se revise, se reformule y se comunique la práctica que se está realizando al interior del sistema educativo nacional en la búsqueda de la calidad educativa. Menciona Cecilia Fierro, que las dimensiones del quehacer docente tienen un papel fundamental para la consolidación de la alternancia al cambio de las relaciones pedagógicas que se viven cotidianamente de manera personal, interpersonal, social, institucional, didáctica y valoral; éstas se asumen y se practican de diferentes formas por la riqueza y diversidad de contextos con los que cuenta nuestro país. Sin embargo, se propone al magisterio una formación permanente, un cruce de culturas encaminada a conjugar expectativas y comportamientos a través de la cooperación y la actualización; de modo que se puedan cumplir los objetivos que atinadamente nos da  a conocer Goodlad para la educación: dominio de habilidades básicas, desarrollo intelectual, orientación vocacional, fomento de las capacidades interpersonales, participación ciudadana, cultura, desarrollo moral y ético, salud física y emocional, creatividad, expresión estética propia y realización personal. Estos objetivos mencionados para la educación, son muy parecidos a lo que sostiene el Plan de Educación Secundaria como perfil de egreso de educación básica, o sea las características que deberá tener el alumno al egresar de la educación secundaria como parte final de la formación básica; es decir, si el maestro es competente en los aspectos mencionados, tendrá mas posibilidades de que sus alumnos desarrollen también las competencias deseadas y expresadas en el perfil de egreso de educación básica o en los aprendizajes esperados de cada bloque.
Apegados pues a la propuesta de la RIEB, que centra su cambio en la adopción de un modelo educativo basado en competencias y en la mejora del nivel educativo del alumno, siendo éste el protagonista del proceso educativo y quien construye y reconstruye el conocimiento, se le deberán facilitar ambientes favorables en los aspectos cognitivo, afectivo y de autoestima. Por otro lado, siendo el maestro el guía y mediador, educador de adolescentes que atiende a la diversidad de alumnos  y a los contenidos curriculares para mejorar la educación formativa como un proceso continúo, deberá fomentar también los conocimientos científicos, habilidades y actitudes y tomar en cuenta la evaluación formativa para mejorar el proceso de manera continua. Cabría mencionar aquí, los cuatro pilares que se socializaron con anterioridad y que buscamos desde la planeación hasta la evaluación: el aprender a conocer, aprender a hacer, aprender a vivir y aprender a ser. Considero que estos pilares son tanto para los alumnos, los maestros, los padres de familia y demás actores que integran el sistema educativo nacional; pues como parte de éste deberemos estar impregnados de este tipo de orientaciones que facilitarían en mucho nuestros deberes y nuestros derechos como educandos y educadores dentro y fuera de una institución educativa.

3. ANÁLISIS DE LA PRÁCTICA PROFESIONAL.
Después del análisis de los aspectos teóricos y de las propuestas que cimentan en mucho mi práctica docente,  puedo definir que somos los maestros objetos y sujetos de la investigación y la reflexión; puesto que el ejercicio de profesor no deberá estar deslindado del estudio a conciencia de lo real, de las nuevas tendencias y propuestas ni de los errores que se presentan. Zamorano propone que el maestro deberá llevar a cabo una actualización permanente, mejorar el diálogo y compartir propuestas, llevar registros y establecer vínculos; además, adquirir un lenguaje amplio y enfocado al contexto educativo, reconocer realmente a los alumnos como centro del proceso educativo, buscar información de aspectos legales, normativos, etc.; yo agregaría (además de pulir lo anterior) para mi en lo particular: fundamentar mis clases con ejemplos o prácticas mas cercanas a la vida cotidiana del alumno, visualizar el tipo de alumno que se requiere dentro del contexto escolar e involucrar de forma mas cercana a los padres de familia.
Sin embargo, lo dicho hasta ahora tendría un mayor impacto si ese análisis fuera en colectivo, institucional, regional, etc. Se podría hacer incluso lo que se mencionaba en un principio, que las reformas se presentaran de lo particular a lo general, de los maestros a los políticos. ¿Cómo incide la investigación pedagógica en la transversalidad de las planeaciones didácticas? Cabría el dilema del ser y del deber ser, pues si bien sabemos que al asegurar en los adolescentes la adquisición de herramientas para aprender a lo largo de la vida; el aprendizaje relacionado con la capacidad de reflexión y el análisis crítico, el ejercicio de los  derechos civiles y democráticos, la producción y el intercambio de conocimientos a través de diversos medios, el cuidado de la salud y el ambiente, y la participación en el mundo laboral; estamos creando, junto con todo un equipo de maestros, el logro de objetivos que trascenderán de manera eficiente a la sociedad, no sólo darán pauta a que se hable del trabajo áulico o de la escuela, será (de ser así) motivo ejemplar de la práctica docente.
No obstante, la realidad es cruel y desoladora, existimos muchos maestros pasivos que sin afán de trascender cumplimos a regañadientes con lo ‘que se nos pide’, no somos capaces de compartir y mucho menos de investigar. Queda aquí el autoanálisis: ¿Para qué se hace necesaria la investigación pedagógica en la modificación de las planeaciones didácticas? De manera personal y real, veo como es importante definir con anticipación el aspecto teórico, las herramientas o material didáctico y los fundamentos que componen el plan de acción como arma primordial para el contacto con los chicos. En la experiencia que tengo, puede ser que alguna ocasión funcione el as bajo la manga, pero en mis primeras prácticas como normalista me di cuenta que el alumno rebasa por mucho una planeación mal organizada o sin coherencia, es la prueba de fuego con los alumnos, y aunque inciden en ella diversos factores ajenos al binomio maestro-alumno, da mucho de sí el estudiar antes, para actuar bien y sistematizar una autoevaluación más adecuada, que brinde frutos palpables.
Es así como mi propuesta de análisis se fundamenta en la implementación de propuestas diversas que promuevan la participación de la academia y de la planta docente, hacia una transversalidad real y verificable por propios y extraños. Sin ser demasiado ambiciosa, pretendo en un primer momento detectar puntos más finos de las planeaciones personales para lograr generalizar en la academia de mi centro de trabajo en un mediano plazo y definir una propuesta viable para lograr la urdimbre con las demás academias.
A MANERA DE CONCLUSIÓN…
A través de los años, la educación ha tenido transformaciones importantes por los cambios que conlleva la misma evolución del hombre y su cultura, y por el empeño de él mismo para construir su aldea global.  Estos son entre otros los motivos por los cuales se constituyen cambios significativos para los sistemas que conforman a la educación básica: Preescolar, Primaria y Secundaria; la diversidad de reformas educativas para estos niveles, nos dan cuenta de que no hay una receta con pasos claros a seguir para conseguir el logro total de los propósitos que se fijan en cada ciclo escolar o en cada nivel. Es menester mencionar, que los cambios se ‘deben’ seguir presentando como prueba de la evolución humana y como evidencia de los avances en los estudios pedagógicos que realizan etnógrafos, investigadores y algunos maestros.
Por tanto, queda más que justificado el esfuerzo por cambiar la educación básica continuamente; sin embargo, yo me pregunto acerca del origen de estos cambios, pues si bien es cierta nuestra falta de iniciativa, creo que no lo es así en cuanto a la capacidad que tenemos de actuar para el beneplácito de nuestras necesidades educativas pero también sociales, como docentes pero también como padres de familia y miembros de la sociedad. Es por ello que considero que este abanico de posibilidades que tenemos para ‘encontrar información’, no deberá ser desaprovechado para su utilización en el cambio de paradigma pedagógico que tanto nos hace falta; que es aquí en donde la iniciativa del investigador puede trascender hacia la modificación de acuerdos de manera justificada o a la derogación de leyes con el debido peso de la evidencia como fundamento.
            También, visualizando un futuro cercano de la educación con ayuda del acuerdo 592, me parece ver a esas escuelas rurales que al inicio de los años 20’s describen los grandes maestros de México: la escuela de tiempo competo, la redefinición del maestro en su papel de todólogo, la inquietud del alumno por permanecer con gusto en la escuela, etc. no se puede saber el futuro, pero si se puede construir sin dejar en el olvido el desarrollo de competencias, conjuntando los conocimientos, habilidades, actitudes y valores: competencias para el aprendizaje permanente; para el manejo de la información; para la vida en sociedad; para el manejo de situaciones; para la convivencia… con calidad educativa.
            De este modo, la fundamentación de la planeación didáctica en cada maestro llevará de la mano a la adquisición de los rasgos del perfil de egreso:  Utilización del lenguaje oral y escrito para comunicarse; Argumenta y razona al analizar situaciones;  Utilización de información proveniente de diversas fuentes; Interpreta y explica procesos; Conoce y ejerce los derechos humanos y valores; Asume y practica la interculturalidad; Promueve y asume el cuidado de la salud y el ambiente; Aprovecha recursos tecnológicos; Reconoce y aprecia manifestaciones del arte. ¿Podrá lograrse ‘todo esto’ con el trabajo de un solo maestro? ¿Será necesaria la imposición de estrategias y actividades que señalen (como receta de cocina) los pasos a seguir en la planeación? ¿Podría generarse investigación-acción desde lo individual?



MARTHA VIDALES R.


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